La cabra macabra de Trabanca: self-prevention

Mientras los franceses del Mediodía llevan 25 años trabajando en ello, y los andaluces, con la Junta de Andalucía mediante casi diez, ahora pretende surgir un proyecto denominado por su instigador «innovador», self-prevention comandado por José Luis Pascual, alcalde de Trabanca y Secretario General de la Agrupación Europea de Cooperación Territorial Duero-Douro. Inventos de cooperación al desarrollo para regiones pobres de países ricos.

El proyecto Self-Prevention tiene como objetivo la reintroducción de 150.000 cabras para combatir los incendios forestales. Esta iniciativa dará como resultado una empresa caprina de participación pública (51%) y privada (49%), en la que la población podrá convertirse en socia de la misma aportando al proyecto capital o terrenos. Esto supondrá una doble ventaja para los participantes: la de contribuir a la reducción de los incendios y la obtención de los beneficios asociados en función del capital aportado a la misma.

La empresa se compondrá de explotaciones caprinas en régimen extensivo e intensivo, industrias de transformación láctea, mataderos, puntos de venta directa y servicio de transporte y distribución. (Con 12 queserías, una central de comercialización, 15 tiendas, 2 mataderos, una plataforma logística de transporte y distribución, un servicio de explotación de biomasa, otro de manejo silvopastoral y una serie de servicios indirectos de aprovechamiento turístico en torno a la cabra)

En la contribución privada, bien sea persona física o jurídica, se podrá participar de dos formas:

1. Mediante la aportación de capital, que una vez valorada su cuantía se materializará en la adquisición de acciones.
2. A través de la cesión de terreno durante determinado número de años, y una vez valorado el terreno y el número de años por el que se ceda, se determinará el número de acciones.

El lema es, una acción una cabra.

Quizá debiéramos aprender de regiones con más experiencia en cooperación internacional al desarrollo…

Un buen día Houphouët decide trasladar su capital más cerca del centro del país, y elige su aldea natal, Yamoussoukro, en el límite entre la selva y la sabana. La segunda ciudad del país, Buaké, cien kilómetros al norte, es muy activa y reunía mejores condiciones para el traslado. Pero el presidente, como antaño nuestros reyes, quería construir una capital a su antojo. Hoy es una caricatura de capital, y el traslado de las administraciones no se ha efectuado. Abdiján resiste, aunque ya no tiene tantos recursos que derrochar. Es de lo más impresionante: cuando viajas a Yamoussoukro desde Abdiján recorres 15 Km por una verdadera autopista (iluminada toda la noche) de 35 metros de anchura, antes de ver el primer edificio.

Lo que destaca en Yamoussoukro son unos cuantos edificios administrativos, la jefatura de policía, el ayuntamiento, la Casa del Partido, la Fundación Houphouët-Boigny, el Museo de la Paz, el Hotel del Partido, etc. Son edificios muy ostentosos; uno de ellos tiene 4 hectáreas de mármol. Pertenecen al Estado, como recuerda Houphouët, y el Estado tiene que sufragar unos gastos de mantenimiento elevadísimos. El más famoso de todos es la réplica -de cemento, no de piedra sillar- de la basílica de San Pedro de Roma. En el primer proyecto estaba previsto que la cúpula superase en un metro al modelo. Ciertos comentarios llegados de Roma convencieron a los constructores de que no llegaran tan alto… Houphouët dice que la ha pagado de su bolsillo, pero la diferencia entre su bolsillo y los caudales públicos no está muy clara. En 1990 un cura de Abdiján hizo huelga de hambre para protestar contra la consagración papal de un edificio construido con dinero robado al pueblo marfileño.

Esta basílica puso en un aprieto al Vaticano, que no la inauguró hasta septiembre de 1990. Y hasta entonces no se abrió a sus visitantes. ¿Habrá pintadas hostiles en sus paredes? Sería una lástima no verlas. Tiene capacidad para 8.000 fieles, y 3.000 reclinatorios, «con climatización indvidual». Un sábado 17 de Febrero de 1990 no encontramos fieles alrededor de la basílica, sólo unas manadas de bueyes, pastoreadas por peul «herejes», musulmanes o animistas. Los animales eran un regalo del Moro-Naba de Uagadugu, pero la mitad habían muerto por falta de adaptación al clima.

Le Monde (11 de Septiembre de 1990) comenta, en su crónica de la consagración de esta basílica por Juan Pablo II: <>. ¡Se calcula que ha costado entre 20.000 y 37.000 millones de pesetas! El 9 de Septiembre, veinticuatro horas después de la llegada del Papa, el pequeño Yao Bi Balo, de once años, murió porque ni su padre (¿arruinado por la sequía o la bajada de los precios agrícolas?), ni el hospital, cercano a Yamoussouckro tenían las 5.000 pesetas que cuestan los medicamentos que habrían podido salvarle.

Problema de aritmética: ¿cuántas 5.000 pesetas hay en 25.000 millones? Solución: 5 millones.

Dumont. R.1991. Democracia para África. Capítulo 7. Los despilfarros de la tiranía en Costa de Marfil. Ediciones Bellaterra. 2000.

pd1. 48 millones de euros resulta la inversión inicial de Self-Prevention ¿Cuántos pequeños proyectos de mejora en las explotaciones agrarias de la zona resultarían?

pd2. Ferias agropecuarias

En 1983 Houphouët convocó a la comunidad libanesa de Abdiján, muy rica y emprendedora, y les dijo, más o menos: «Saben que les aprecio mucho, y quiero hacerles un buen regalo. Les doy una calle entera de Yamoussoukro, con todo lo necesario. Espero, por supuesto, que los más responsables de ustedes se construyan allí una casa, con tiendas…» Pero los libaneses no están locos y se han desentendido del asunto.